miércoles, 26 de septiembre de 2012

La voz del pueblo no es ilegal

Mientras Mariano Rajoy esperaba para presentar a las Naciones Unidas la candidatura de España a ocupar un sillón en el Consejo de Seguridad que decide, con permiso de EE.UU., Rusia y China, la Paz o la Guerra en el mundo, la Policía, obedeciendo las órdenes de su Gobierno, le facilitaba las necesarias credenciales cargando violentamente contra algunas de las miles de personas que abarrotaban el entorno del Congreso de los Diputados, en la que estaba siendo una pacífica jornada de protesta.

La injustificada intervención de las fuerzas antidisturbios pudo verse, sorpresivamente, a través del canal 24 horas, que conectó justo en el momento en el que comenzaban las cargas. Una acción que ha dejado un lamentable saldo de varias decenas de heridos de diversa gravedad. 16 de ellas -4 polícias- han tenido que ser asistidas en centros hospitalarios y un manifestante sufre una grave lesión medular, que algunas fuentes de la Delegación del Gobierno han asegurado que "ya padecía antes" de ser fuertemente golpeado por los agentes. Cobardes también también para asumir sus propias responsabilidades.

Mientras esto sucedía y miles de personas gritaban contra el actual estado político y social en nuestro país, el Pleno del Congreso de los Diputados rechazaba, por “demagógica”, una moción que pretendía limitar los sueldos de los altos cargos para que no sean superiores a los del presidente del Gobierno, y el grupo popular ni siquiera admitía otra referente a la reutilización de las toneladas de alimentos que se desperdician en las grandes superficies comerciales. 

En la calle, los manifestantes pedían, también, medidas que evitaran la extrema pobreza de miles de parados y empezaban a recibir golpes de la Policía. Protestaban contra un Gobierno que, con la excusa de una deuda mayormente privada, ha emprendido una reforma de fuerte contenido ideológico, de derechas, que carga sobre la ciudadanía las pérdidas y el coste de la crisis, mientras se niega a exigir a los más poderosos un esfuerzo similar para salire de esta situación que ahoga a millones de ciudadanos.

La tarde noche estuvo cargada de una enorme tensión. Las imágenes de las cargas policiales han dado la vuelta al mundo gracias las redes sociales, y había momentos en que los que ni se podía acceder a Twitter por la sobrecarga de mensajes quese estaban emitiendo a lo largo y ancho del planeta sobre los acontecimientos que tenían lugar en Madrid.

Tensión que empezó por la mañana, cuando, como informaba DiarioProgresista, la policía comenzó a caldear el ambiente abordando los autobuses que se dirigían a Madrid para participar en la jornada Rodea el Congreso,registrando a los viajeros y amedrentándolos, que era ese el objetivo y no otro, en el preludio de lo que iban a ser unas violentas tarde y noche por exclusiva decisión del Gobierno popular. Estado policial. 

Cuando la manifestación empezaba a disolverse llegó al Congreso la presidenta en funciones, toda vez que Rajoy se encuentra fuera de España mendigando, que diría Aznar, una silla en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidad, y defendiendo para ello, aunque parezca increíble, la Alianza de Civilizaciones. La misma que impulsó Zapatero y que el Presidente del Gobierno hizo objeto de sus burlas y más crueles chanzas mientras era jefe de la Oposición.

Soraya Sáenz de Santamaría, bajo cuyo mando se ordenó ayer la violenta carga de policial que ensombreció ayer el #25S, declaró sin rubor alguno que “hay que escuchar a la calle cuando no hay violencia”, aunque apuntó, en una clara manifestación de intenciones avalada en la actual mayoría absoluta de su partido, que “también hay que atender a las urnas, cuyo resultado se refleja en el Parlamento”. "Habernos votado, gentuza", le faltó añadir.

A su llegada al Congreso, explicó, sonriente, que había pasado la tarde "cumpliendo con las obligaciones del Gobierno", y que acudía al Pleno para atender su obligación como diputada en representación "de los que la votaron en las urnas". ¿Alguna duda? "Es decir, normalidad democrática en el Gobierno y en el Congreso", resumió. Hipocresía en estado puro que no sorprende, pero asusta. Asusta mucho.

A medianoche, asambleas populares, estas de verdad, mostraban que los manifestantes no se habían quedado satisfechos con lo ocurrido ayer en Madrid y quieren continuar con la protesta contra una clase política que ayer permaneció indiferente a la manifestación de decenas de miles de personas que, se esté de acuerdo con ellas o no, tienen derecho a que se no se violente, stricto sensu, la necesaria máxima de que LA VOZ DEL PUEBLO NO ES ILEGAL.

@PericoPan