Atiende el teléfono un agente de una comisaría de la Policía
Municipal. Es un ciudadano el que llama desde la plaza Canal Isabel II del
barrio de Tetuán en Madrid.
- - ¿Policía? Buenas tardes, perdone que les moleste. Mire usted soy un padre de un niño de 4
años y estoy en la plaza del canal del Canal de Isabel Segunda de Madrid. Y les llamo
porque tienen ustedes que intervenir de manera inmediata.
- - Vaya.
Dígame usted, ¿qué es lo que pasa? ¿Hay heridos o algo?
-
- - No,
no. No es eso. Es que mire usted. Es que hay un espectáculo de marionetas aquí
y estoy con los niños y… Bueno, es que no se imagina. Escenas de violencia, violaciones,
monjas, jueces ahorcados. Vamos ni le cuento.
- - ¿Pero
qué me dice? ¿En un espectáculo para niños?
-- Como
se lo digo, agente. Es que tienen ustedes que intervenir. Es mucho. Es que acaban
de sacar además una pancarta que pone Gora ETA. Vamos, haciéndole propaganda, a los terroristas. ¡Encima!
-- Pero…
Vaya. Tranquilo, señor, por favor. Tranquilícese. No se preocupe que si hay que intervenir lo vamos a hacer de inmediato. Por favor. Manténgase a la espera un momento y no cuelgue.
-
- - Gracias
agente, dese prisa, por favor, que es muy grave.
- - Sí,
sí. Es solo un momento. No se preocupe. Gracias, por llamar.
Con
suma diligencia. El agente deja en espera al ciudadano y se dirige a su
pantalla de ordenador para verificar que hay un espectáculo programado y
debidamente autorizado a esa hora y en ese lugar. O si se trata de una manifestación artística
espontánea susceptible de estar cometiendo alguno delito o falta. En su pantalla,
y accediendo a la página web del Ayuntamiento, el agente comprueba que
efectivamente, la actividad cultural a la que se refiere el vecino forma parte
de la programación oficial del Ayuntamiento de Madrid, y que está
publicitada como apta "para todos los públicos". Celoso de su obligación, el
agente comprueba, además, que en el mismo programa, de hecho, hasta en la misma página, figuran
otras actividades previstas en el miso día. Una de ellas catalogada para todos
los públicos, dos de de ellas para público juvenil, y, además, una específicamente
detallada como para público infantil.
- - Hola,
soy el agente Márquez otra vez. Perdone la espera. Es que estoy comprobando la programación y... En efecto, aquí figura
el espectáculo que me dice. “La Bruja y Don Cristóbal”, de la compañía
granadina Títeres desde abajo. Y, mire, es que en la programación no viene
especificado que sea una función para niños. De hecho, esta misma mañana sí que
tenía usted en la Plaza de La Remonta un acto convocado para niños,
que era un pasacalles y la actividad “Encuentro con el falso león”. Por lo que
usted me cuenta, en principio no parece que haya motivos para una intervención
policial.
- - Pero
qué me dice usted. ¿No me has escuchado que están haciendo apología del
terrorismo y que están mostrando a los niños pancarta que ponen “Gora Alka-Eta”?
- - Bien,
bien, lo comprendo. Puede que tenga usted razón-. No se preocupe que inmediatamente
mandamos un coche patrulla. Estamos ahí en unos minutos. Una vez más, gracias
por su llamada, señor. Ahora no vemos.
Así
que el agente con otro compañero decide comprobar la gravedad de los hechos y
la necesidad o no de intervenir policialmente y se dirigen a la plaza.
Una
vez en el sitio, los agentes comprueban que efectivamente, el contenido de la
obra, por su dureza, la violencia implícita y explícita de algunas escenas y el
enorme calado sociopolítico de su contenido, no es el más adecuado para el
público que mayoritariamente ocupa la plaza en ese momento. Es decir, una
treintena de adultos acompañados por niños de muy corta edad. Por lo que
deciden intervenir, dirigiéndose directamente al escenario e interrumpiendo la
función.
- - Buenas
tardes. Perdonen un momento la interrupción, pero tenemos que hacer unas comprobaciones a raíz de la denuncia de un ciudadano por presunta comisión de delitos o faltas graves y creemos necesario interrumpir
un momento su trabajo.
Los
miembros de la compañía, aunque molestos, acceden y paran la función par atender a los agentes de la Policía. Terminado el trámite, el oficial al mando decide dirigirse al público.
- - Buenas
tardes. Soy el sargento primero Márquez de la comisaría, y como consecuencia de
una llamada de alguno de ustedes a nuestra unidad con determinadas quejas,
hemos creído oportuno parar la obra un momento para dirigirnos a ustedes. Verán,
el espectáculo que están viendo forma parte de la programación municipal, pero
no está catalogado específicamente para niños. Aunque es cierto que sí lo está para todos los públicos, los actos concretos para niños también están detallados en la programación y este no es uno de ellos. En la propia programación a la que ustedes habrán tenido acceso, porque de
hecho están ustedes aquí, habrán visto que la sinopsis de la función explica unos
personajes que impone su voluntad "a base de cachiporra". Es decir, violentamente.
También que hay personajes que luchan por la libertad, o contra ese poder... y que hay una
guerra abierta entre unos y otros. Temas que estamos de acuerdo en que seguramente un niño pequeño no será capaz de entender y disfrutar. Respecto del cartel que pone "Gora Alka-ETA" que han visto en el atrezo de la obra... Verán, es verdad que nosotros no hemos visto la función, pero la compañía nos ha explicado que forma parte de la misma y que
no tiene ningún carácter reivindicativo o apologético. De hecho, y según nos han explicado, se usa para incriminar a uno
de los personajes en un delito por el que pueda ser condenado, y tengo que informarles que su uso en este
contexto no parece suponer delito alguno, aunque si alguien lo considera así está en su derecho de acudir al Juzgado y solicitar que se prohíba la difusión de esta obra. Pero sin una orden judicial, nosotros no podemos impedir su exhibición. Lo que sí es cierto, y esto no es un tema legal, sino de sentido común, es que el contenido de
la obra no parece el más adecuado para niños tan pequeños como los que vemos aquí,
por lo que hemos pedido a la compañía que suspenda momentáneamente la función, y
que quien quiera llevarse a sus niños pueda hacerlo. El resto, por favor, perdonen
solo unos minutos para que quien quiera voluntariamente irse pueda hacerlo ahora y quien quiera voluntariamente quedarse pueda hacerlo también. Y en cuanto lo hayan
hecho, podrá continuar la función. Rogamos de nuevo que disculpen la interrupción y por favor,
quien quiera irse que lo vaya haciendo ya para que quien decida quedarse pueda ver
el final de la obra. Buenas tardes y muchas gracias a todos.
¿Os imagináis que hubiese sido así? Pues yo habría dedicado
mi fin de semana a otras cosas. Creedme.