viernes, 19 de febrero de 2016

Tres kafkianos días con Vodafone España (o de por qué nunca seré su cliente)

Pues esto que un día decides que igual es buen momento para cambiar de operador de telefonía y tienes la mala suerte de dar con una excelente y amabilísima comercial de la compañía Vodafone España. Su exquisitez en el trato y la oferta que te propone no te dejan lugar a dudas. Un descuento sustancial sobre la tarifa que estaba pagando con mi proveedor actual, y una interesante propuesta de adquisición de nuevos terminales. A saber, un smartphone a coste cero, y otro con una cuota mensual de 4 euros durante 24 meses. Hasta ahí todo bien y decido comprar la propuesta y acceder al cambio de compañía. Comienza la odisea.

En primer lugar ejecutan la portabilidad de la primera línea de móvil, la que viene adscrita al smartphone que supuestamente me iban a regalar antes de que el aparato me haya sido enviado, con lo que, de entrada, me encuentro con que mi móvil no funciona, ya que la línea necesita de la nueva tarjeta SIM que aún no obra en mi poder.

Por fin llega el mensajero con un paquete enviado contra reembolso de ¡¡¡125 euros!!! Obviamente rechazo la entrega y me pongo en contacto con Vodafone para comunicarles la incidencia y advertirles de que estoy con esa línea de móvil inutilizada y sin poder hacer uso de ella, con los consiguientes problemas a nivel profesional y, por tanto, económicos que ello me ocasiona. Para comienzo de la hilaridad, previa al odio más absoluto, me preguntan que por qué no he cogido del paquete que me enviaban la tarjeta SIM y devuelto solo el resto del paquete. Tal como lo cuento. ¿Acaso el mensajero me hubiese permitido dicha acción? ¿Acaso sé yo qué contenía el paquete?

Como primera solución, me dicen que me acerque a cualquier tienda Vodafone y que solicite un duplicado de la tarjeta SIM, aunque eluden indicarme que tendré que pagar por ello. En ningún momento se les ocurre preguntarme si dispongo de terminales liberados para poder hacer uso, si hubiese sido el caso, del duplicado. Cuando rechazo pagar por subsanar su error y les advierto de esto último, me dicen que libere los móviles de los que dispongo y así ya tendría acceso a la línea. Como me niego, me indican que “el sistema” no les permite habilitar otra solución y que tendré que esperar a que me llegue el nuevo envío, que no realizará hasta que el anterior haya llegado a su origen y comprobado que viene correctamente. ¿Encima?

Hasta aquí ya he comenzado a sentir auténtica aversión por Vodafone, pero aún no he decidido anular el pedido por la necesidad que tengo de disponer de los nuevos terminales y porque desde la Oficina de Atención al Cliente me han asegurado que todo ha sido producto de un error en el envío y que, efectivamente, el cargo de 125 euros nunca debió hacerse producido, y que se procederá a un nuevo envío, sin cargos; no sin antes haber recibido de vuelta el anterior.

Mientras sucede Vodafone ejecuta la portabilidad de la segunda línea de móvil, nuevamente sin que la tarjeta SIM correspondiente y el otro terminal, que sí he comprado, me haya sido remitido. Es decir, pierdo también el acceso a mi segunda línea de móvil y me quedo totalmente incomunicado. Para colmo, “el sistema” aun no ha generado los nuevos envíos y Vodafone se muestra incapaz de decirme cuándo van a solucionar tales incidencias que tantas molestias y gastos (pues las llamadas a determinados servicios de la compañía no son gratuitas) me están provocando.

Como quiera que temo algo similar con la línea de fijo comienzo una serie de gestiones para rogar que se aceleren los trámites y se ponga solución a la kafkiana situación en la que me encuentro. Pues bien, después de horas y horas de llamadas, largos tiempo en “espera” con su machacona y hortera (esto es opinión personal) melodía martilleando mis oídos, recibo un SMS en el que me comunican que mi pedido se cancelara (sic) en 2 días laborables, sin más explicaciones. Cuando me pongo de nuevo en contacto con la compañía me notifican primero que se trata de otro error, y que ese mensaje no debería haber sido enviado nunca. Nueva batería de llamadas, esperas y respuestas que desembocan en las limitaciones que “el sistema” impone para poder ofrecerme no ya una solución, sino una respuesta coherente a todo lo que está sucediendo.

Y ya para rematar la faena, recibo un e-mail que confirma que mi pedido ha sido anulado, en el que se detalla lo que supuestamente yo habría contratado, que incluye un terminal cuyo valor sería de 125 euros.

Cuando nuevamente me pongo en contacto para pedir explicaciones, que serán las últimas, pues ya he decidido que no quiero ser cliente de Vodafone, me comunican que el motivo de la anulación del pedido es que la compañía ¡no dispone de la “provisión” de servicio ADSL! en la zona donde su ubica mi domicilio, y que por eso no podrán ofrecerme este servicio o telefonía fija. Pero que no obstante, puedo mantener las líneas móviles y los smpartphones, abonando los 125 euros. Como les comunico que no pienso acceder a tal propuesta y que considero que he sido engañado y que se me han generado muchos problemas, exijo que se anule la portabilidad de mis líneas de móviles a su estado original, pero “el sistema” nuevamente lo impide, pues ahora a las líneas son de Vodafone y cualquier portabilidad debe ser solicitada por el que vaya a ser mi  nuevo proveedor. Y tan panchos, oyes.

En fin toda una historia de mentiras, ofertas falsas, excusas, impedimentos y un largo etcétera de agravios con consecuencias sobre las que incluso me planteo reclamar por vía judicial. No creo que lo haga, por los dolores de cabeza que ello me iba a suponer, pero al menos, os cuento todo este relato y os hago una recomendación con toda claridad en aras de proteger vuestros intereses y, sobre todo, vuestra salud mental. ¡NO CONTRATÉIS NADA CON VODAFONE!

NOTA.- Dispongo de las pruebas que acreditan todo lo relatado, pues me he tomado la molestia de grabar, y así lo he comunicado siempre al comienzo de cada una de ellas,  todas las conversaciones con Vodafone España. También he solicitado, ejerciendo mis derechos legales, que se me remitan copias de las grabaciones que ellos hayan efectuado, pero me han dicho que dicha solicitud será “valorada” por el responsable pertinente, y que este decidirá si es “procedente” o no hacerme entrega de las mismas. Me la suda lo que decida, yo ya las tengo.

ACTUALIZACIÓN: Podéis leer otra hilarante y desmoralizante experiencia sufrida con Vodafone España que firma el blogger Javier Lobo en el siguiente este enlace. Es de traca, bien contada y muy documentada.


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