Pues esto que un día decides que igual es buen momento para
cambiar de operador de telefonía y tienes la mala suerte de dar con una excelente
y amabilísima comercial de la compañía Vodafone España. Su exquisitez en el
trato y la oferta que te propone no te dejan lugar a dudas. Un descuento
sustancial sobre la tarifa que estaba pagando con mi proveedor actual, y una
interesante propuesta de adquisición de nuevos terminales. A saber, un smartphone a coste cero, y otro con una
cuota mensual de 4 euros durante 24 meses. Hasta ahí todo bien y decido comprar
la propuesta y acceder al cambio de compañía. Comienza la odisea.
En primer lugar ejecutan la portabilidad de la primera línea
de móvil, la que viene adscrita al smartphone que supuestamente me iban a regalar
antes de que el aparato me haya sido enviado, con lo que, de entrada, me
encuentro con que mi móvil no funciona, ya que la línea necesita de la nueva
tarjeta SIM que aún no obra en mi poder.
Por fin llega el mensajero con un paquete enviado contra reembolso
de ¡¡¡125 euros!!! Obviamente rechazo la entrega y me pongo en contacto con Vodafone
para comunicarles la incidencia y advertirles de que estoy con esa línea de móvil
inutilizada y sin poder hacer uso de ella, con los consiguientes problemas a
nivel profesional y, por tanto, económicos que ello me ocasiona. Para comienzo
de la hilaridad, previa al odio más absoluto, me preguntan que por qué no he
cogido del paquete que me enviaban la tarjeta SIM y devuelto solo el resto del
paquete. Tal como lo cuento. ¿Acaso el mensajero me hubiese permitido dicha
acción? ¿Acaso sé yo qué contenía el paquete?
Como primera solución, me dicen que me acerque a cualquier
tienda Vodafone y que solicite un duplicado de la tarjeta SIM, aunque eluden
indicarme que tendré que pagar por ello. En ningún momento se les ocurre
preguntarme si dispongo de terminales liberados para poder hacer uso, si
hubiese sido el caso, del duplicado. Cuando rechazo pagar por subsanar su error y les advierto de esto último, me dicen que
libere los móviles de los que dispongo y así ya tendría acceso a la línea. Como
me niego, me indican que “el sistema” no les permite habilitar otra solución y que
tendré que esperar a que me llegue el nuevo envío, que no realizará hasta que
el anterior haya llegado a su origen y comprobado que viene correctamente. ¿Encima?
Hasta aquí ya he comenzado a sentir auténtica aversión por
Vodafone, pero aún no he decidido anular el pedido por la necesidad que tengo
de disponer de los nuevos terminales y porque desde la Oficina de Atención al Cliente
me han asegurado que todo ha sido producto de un error en el envío y que,
efectivamente, el cargo de 125 euros nunca debió hacerse producido, y que se
procederá a un nuevo envío, sin cargos; no sin antes haber recibido de vuelta
el anterior.
Mientras sucede Vodafone ejecuta la portabilidad de la
segunda línea de móvil, nuevamente sin que la tarjeta SIM correspondiente y el
otro terminal, que sí he comprado, me haya sido remitido. Es decir, pierdo
también el acceso a mi segunda línea de móvil y me quedo totalmente
incomunicado. Para colmo, “el sistema” aun no ha generado los nuevos envíos y Vodafone
se muestra incapaz de decirme cuándo van a solucionar tales incidencias que tantas
molestias y gastos (pues las llamadas a determinados servicios de la compañía
no son gratuitas) me están provocando.
Como quiera que temo algo similar con la línea de fijo comienzo
una serie de gestiones para rogar que se aceleren los trámites y se ponga
solución a la kafkiana situación en la que me encuentro. Pues bien, después de
horas y horas de llamadas, largos tiempo en “espera” con su machacona y hortera
(esto es opinión personal) melodía martilleando mis oídos, recibo un SMS en el
que me comunican que mi pedido se cancelara (sic) en 2 días laborables, sin más
explicaciones. Cuando me pongo de nuevo en contacto con la compañía me
notifican primero que se trata de otro error, y que ese mensaje no debería haber
sido enviado nunca. Nueva batería de llamadas, esperas y respuestas que
desembocan en las limitaciones que “el sistema” impone para poder ofrecerme no
ya una solución, sino una respuesta coherente a todo lo que está sucediendo.
Y ya para rematar la faena, recibo un e-mail que confirma que
mi pedido ha sido anulado, en el que se detalla lo que supuestamente yo habría
contratado, que incluye un terminal cuyo valor sería de 125 euros.
Cuando nuevamente me pongo en contacto para pedir
explicaciones, que serán las últimas, pues ya he decidido que no quiero ser
cliente de Vodafone, me comunican que el motivo de la anulación del pedido es
que la compañía ¡no dispone de la “provisión” de servicio ADSL! en la zona donde
su ubica mi domicilio, y que por eso no podrán ofrecerme este servicio o
telefonía fija. Pero que no obstante, puedo mantener las líneas móviles y los
smpartphones, abonando los 125 euros. Como les comunico que no pienso acceder a
tal propuesta y que considero que he sido engañado y que se me han generado
muchos problemas, exijo que se anule la portabilidad de mis líneas de móviles a
su estado original, pero “el sistema” nuevamente lo impide, pues ahora a las
líneas son de Vodafone y cualquier portabilidad debe ser solicitada por el que
vaya a ser mi nuevo proveedor. Y tan panchos,
oyes.
En fin toda una historia de mentiras, ofertas falsas,
excusas, impedimentos y un largo etcétera de agravios con consecuencias sobre
las que incluso me planteo reclamar por vía judicial. No creo que lo haga, por
los dolores de cabeza que ello me iba a suponer, pero al menos, os cuento todo
este relato y os hago una recomendación con toda claridad en aras de proteger vuestros
intereses y, sobre todo, vuestra salud mental. ¡NO CONTRATÉIS NADA CON VODAFONE!
NOTA.- Dispongo de las pruebas que acreditan todo lo relatado,
pues me he tomado la molestia de grabar, y así lo he comunicado siempre al
comienzo de cada una de ellas, todas las
conversaciones con Vodafone España. También he solicitado, ejerciendo mis derechos legales, que se me remitan
copias de las grabaciones que ellos hayan efectuado, pero me han dicho que
dicha solicitud será “valorada” por el responsable pertinente, y que este decidirá
si es “procedente” o no hacerme entrega de las mismas. Me la suda lo que
decida, yo ya las tengo.
ACTUALIZACIÓN: Podéis leer otra hilarante y desmoralizante experiencia sufrida con Vodafone España que firma el blogger Javier Lobo en el siguiente este enlace. Es de traca, bien contada y muy documentada.
También puedes leer
En este País de Pandereta Alfonso y Raúl siguen acusados de graves delitos no cometidos
ACTUALIZACIÓN: Podéis leer otra hilarante y desmoralizante experiencia sufrida con Vodafone España que firma el blogger Javier Lobo en el siguiente este enlace. Es de traca, bien contada y muy documentada.
También puedes leer
En este País de Pandereta Alfonso y Raúl siguen acusados de graves delitos no cometidos