viernes, 1 de julio de 2016

"¿Tú no serás tonto, no?" (A Martu Garrote)

Tuve un novio que cuando algo no tenía sentido solía decir “¿tú no será tonto, no?”. Me he acordado de la pregunta, que siempre me hacía reír, porque a veces es mejor reírse cuando uno se plantea este tipo de interrogantes.

En el día de hoy, el Secretario de Organización del PSOE. César Luena, por fin ha salido de la madriguera en la que él y Pedro Sánchez se recluyeron en un significativo silencio tras el desastroso y humillante resultado electoral del 26J. Un silencio que ayer se tornó clamoroso al confirmarse que las mentiras que durante años aireó la derecha contra Tomás Gómez al hilo del manido tranvía de Parla no eran más que eso, mentiras, como todos  sabíamos. Aún así, Pedro Sánchez y César Luena, deseosos de “equilibrar” las fuerzas entre federaciones socialistas afines y no afines a su liderazgo, no dudaron en “comprar” y utilizar para justificar el cese de la ejecutiva del partido en Madrid e imponer la candidatura de Ángel Gabilondo al gobierno de la Comunidad, pues la permanencia de Tomás Gómez no era sostenible, decían, con las "alarmantes informaciones" que se iban conociendo sobre el tranvía.

Pues bien, ¿acaso Luena o Sánchez han tenido la gallardía de salir a luz pública, si no para pedir perdón a Tomas Gómez -lo que sería mucho pedir-, al menos para proclamar que las mentiras de la derecha han sido desveladas como tales y que le gestión socialista en el Ayuntamiento de Parla en este asunto del tranvía siempre fue acorde a la legalidad y exenta de irregularidades?

No. Lo han hecho para notificar la expulsión de dos militantes críticas con la dirección del partido. Por un lado, la concejala de Getafe Mónica Cerdá, a la que se presionó, sin éxito, para que abandonara su acta de concejal tras mostrar sus discrepancias con la alcaldesa y secretaria interina del ahora llamado PSOE-M, Sara Hernández (quien, por cierto, tampoco ha salido aún a celebrar la exoneración de su compañero Gómez), y la de Martu Garrote, de la que no es necesario dar muchas cuentas pues puede que, junto a Antonio Miguel Carmona, sea la militante sin cargo público u orgánico más conocida y apreciada dentro y fuera del partido.

Es muy lamentable que la primera acción conocida de la actual dirección socialista tras el bochornoso resultado del 26J haya sido un ajuste de cuentas interno. Pero en el caso de Martu Garrote la cosa adquiere tintes bananeros, pues la causa de que Luena decidiera abrirle un expediente disciplinario fue, precisamente, defender a Tomás Gómez tanto dentro como fuera del PSOE. Ejecutar, pues, la expulsión de Martu tras conocerse que siempre tuvo razón y actuó como una buena compañera que defendió a su secretario general y la honorabilidad del partido es una decisión vergonzosa, inoportuna e incluso cobarde.

Da la impresión de que superados estos molestos periodos electorales que tanto distraen de lo que realmente importa, Luena y su equipo por fin pueden dedicarse a lo que realmente parece gustarles: mandar. Y si los electores han decidido que no hay poder para el PSOE fuera de Ferraz, que no sea un obstáculo. No sea que alguien pueda pensar que aquí no manda nadie. Aunque al final lo que se proyecte sea que quien manda no piensa, Y acabe preguntándose, como mi ex, “¿tú no serás tonto, no?".