sábado, 22 de octubre de 2016

Yo tampoco voté al PSOE para que gobierne el PP

Yo tampoco voté al PSOE para que gobierne el PP, es cierto. El problema es que los que votaron al PP para que no gobierne el PSOE sumaron dos millones y medio más de votos (PP: 7.906.185, PSOE: 5.424.709). Y que casi seis millones de votantes de izquierda (Podemos y confluencias. ERC y Bildu) no creyeron que Pedro Sánchez mereciera ganar las elecciones, por lo que apostaron por otros partidos. Y que la suma de votos de izquierdas (incluyendo a ERC), se quedan a un millón de votos por debajo de la suma de derechas.

Por otro lado es falso que haya una alternativa de izquierdas. Ni PNV ni Convergencia son partidos de izquierda, y sin sus votos no habría gobierno alternativo posible (pudo haberlo tras las elecciones del 20D, con su abstención, pero Pedro Sánchez no había descubierto aún la izquierda en aquella época y se declaraba "centrista de toda la vida" para reclamar apoyo al pacto-trampa de Albert Rivera).
Un pacto con ERC y CDC hoy es imposible porque el "proceso de desconexión" sería un permanente chantaje a la estabilidad gubernamental. Y además, contendría un elevado componente de hipocresía sumar a la derecha catalana de Pujol y Mas y llamarlo "acuerdo contra la corrupción o los recortes del PP". Juzgados y hemerotecas lo corroboran.
La alternativa de convocar terceras elecciones es, pues, la salida de quien no quieren admitir que no se han ganado las elecciones. Y quien no acepta los resultados, no puede dar lecciones de democracia a nadie. La hipocresía no es buena receta para ganar credibilidad. Y, mucho menos, votos.
[Así que, por favor, mañana, dejemos la impostura y aceptemos la vuelta a la cordura. Y por supuesto, iniciemos ya de una vez el debate de por qué el PSOE no es hoy un partido de gobierno. Y esto, desde luego, no es solo culpa de Pedro Sánchez.]