sábado, 25 de febrero de 2017

Al respecto del mezquino debate sobre las Juventudes Socialistas de España

Nadie quiere ni debe querer ocultar el alejamiento de jóvenes y de buena parte del cuerpo electoral del PSOE. Sin duda uno de los grandes retos para los socialistas es volver a concitar la complicidad ciudadana, y eso pasa también por los jóvenes.
En este contexto, no es justo dibujar determinado perfil de las JSE y forzar un falso y mezquino debate sobre la cantera socialista en pos de otros intereses más mundanos (ver DLRE). Lo que yo -y tantos de vosotros- he visto es a jóvenes muy interesados en la política y conscientes de la necesidad de participar en ella para modelar el futuro en el que creen.
Jóvenes muy bien formados, de enorme cultura política y un altísimo nivel de compromiso con el mundo en el que viven, que en muchas ocasiones nos sorprenden por sus sesudos y documentados debates y sus iniciativas, y que nos desvelan a los mayores una realidad de la que somos responsables y que presenta demasiados déficits.
Trepas -ya que ese, y no otro, es el perfil que subyace tras este falso e, insisto, mezquino debate- los hay en todas partes, pero no es precisamente el perfil de las JSE.
Para los que yo conozco y trato, especialmente a los madrileños y mucho más a los de Juventudes Socialistas de Chamberí, deseo que, efectivamente, la organización sea una plataforma de crecimiento político que convierta a muchos de ellos algún día en cargos públicos de responsabilidad, porque tengo la absoluta seguridad de que sabrán gestionarlos de la mejor manera y pensando, sobre todo, en sus semejantes.
Intentemos no ensuciar en nuestras diferencias lo mejorcito que tenemos. ¿Vale?