lunes, 20 de marzo de 2017

#ObjetivoPSOE: candidatos y estrategias en campaña de primarias

Publicado en IrisPress Magazine.

En su primer cara a cara televisivo, los representantes de los candidatos a las primarias del PSOE han logrado, unos con más fortuna que otros,  el objetivo de mostrar a la opinión pública -y con ella a los militantes y votantes del PSOE- qué está ocurriendo en el seno del Partido Socialista y a qué perfiles y estrategias responden los candidatos Patxi López, Pedro Sánchez y, a partir del próximo domingo, Susana Díaz. Todos concurren para dirigir el mismo partido.


Un momento de #ObjetivoPSOE, ayer domingo, en La Sexta
Óscar Puente, que hablaba en nombre de Pedro Sánchez, tardó poco en poner sobre la mesa de Ana Pastor que el 39 Congreso del PSOE debe ser una suerte de segunda vuelta del Comité Federal del 1 de Octubre. Un ajuste de cuentas por la injusta defenestración de Pedro Sánchez, debidamente envuelto en la promesa de un nuevo PSOE, de pomposos eslóganes y que dará valor -a partir de ahora, se entiende- a palabras como "coherencia" y "lealtad". Puente enseguida reivindicó la "palabra dada" y el carácter traicionero al verdadero socialismo que supuso la abstención, frente a la inmaculada pureza del 'no es no' de Pedro Sánchez. El mismo Óscar Puente que lastimosamente recordaba ayer en el debate que tras "27 años como militante nunca he sido miembro del Comité Federal", el que el pasado 4 de julio pidió en la Cadena Ser que el PSOE facilitara el Gobierno de Mariano Rajoy, reclamaba ayer "coherencia" y llegó a denunciar que fueron las malvadas élites las que "no han permitido a la militancia socialista que opinen sobre la abstención". Obviando que fue el propio Pedro Sánchez el que negó esa consulta y prefirió proponer al Comité Federal un 'congreso exprés' que resolviera su liderazgo antes de decidir sobre la investidura de Rajoy.

Óscar López, la desafortunada elección de Patxi López para representarle en el plató de La Sexta, mordió el anzuelo de Puente y perdió toda oportunidad de dejar en la memoria de los telespectadores su mensaje. Se sintió atacado y acabó mendigando para su candidato la parte alícuota correspondiente en la paternidad del 'no es no'. Mostró debilidad y entró en el premeditado rifirrafe en el que le metió el alcalde de Valladolid, aceptando implícitamente que el Comité Federal del 1 de Octubre debe ser el punto de partida para el 39 Congreso. Es lo que busca desesperadamente la estrategia diseñada por el equipo de Pedro Sánchez, lograr que el 39 sea el congreso de Pedro Sánchez. Óscar López no hizo un buen papel y no defendió debidamente a su candidato.

Soraya Rodríguez había hecho una digna defensa de Susana Díaz, del perfil de la presidenta de la Junta de Andalucía, su currículo político, su propuesta para dirigir el PSOE y los valores añadidos que la propia Soraya considera personalmente de su representada. Que el portavoz de Pedro Sánchez optara por una estrategia de ataque, no implicaba que la de Susana Díaz tuviera ninguna obligación de adoptar una de defensa. Rodríguez dio muestras de saber  que las primarias del PSOE van a estar muy condicionadas por la campaña sustentada en la confrontación y el ajuste de cuentas con la que, bajo la épica de la proclamada rebelión de las bases, Pedro Sánchez ha decidido defender su candidatura para recuperar el liderazgo del partido. La diputada eludió, sabiamente y mientras pudo, participar en la agria discusión entre los dos oscars, pero una vez noqueado López, recibió por boca de Puente la catarata de ataques e interesadas interpretaciones del sanchismo, volviendo al Comité Federal del 8 de julio, en el que el PSOE bueno, el de Pedro Sánchez, logró un apoyo mayoritario para el 'no es no' en el Congreso de los Diputados, en "coherencia" con el programa y las promesas de campaña del PSOE. El vallisoletano también acusó de forma poco disimulada a Susana Díaz y a la propia Soraya de formar parte del viejo PSOE, el malo, cómplice y subalterno del PP. Que parece de derechas y que aún no ha explicado por qué cambió de rumbo tras aquel 8 de julio y tras la dimisión de Pedro Sánchez.  

Es desolador que Oscar Puente,  y los 'sargentos' de Pedro Sánchez Odón Elorza, Zaida Cantera, Adriana Lastra y el notario de Jun, entre otros, sigan atrapados en los comités del 8 de Julio y, sobre todo, en el del 1 de octubre. En lo solemnemente acordado en uno, frente a lo ocurrido y decidido en los posteriores. Es una campaña de "primero de Podemos" que señala a compañeros socialistas como traidores, golpistas casta. Y que, como novedad, desde hace unos días hasta hace oportunistas menciones a las puertas giratorias

Hablan del 8 de julio, pero nunca mencionan que hasta ese día habían transcurrido sólo doce desde las elecciones del 26 de Junio, que ni siquiera se habían constituido Las Cortes, y mucho menos comenzado la XII Legislatura. La posición de aquel Comité Federal no podía ser otra que una declaración política poselectoral, previa al comienzo del curso parlamentario. Era, en julio, la más correcta manifestación de las aspiraciones e intenciones del PSOE, y necesariamente tenía que responder al programa con el que los socialistas concurrieron al 26J. Como no podía ser de otra forma,  todo el Comité Federal lo entendió así y se expresó en consecuencia.

Es tras iniciarse la Legislatura y conocer la posición de todos los partidos, que se pudo saber ante qué realidad parlamentaria se encontraba el PSOE, y qué era lo mejor para España que debían decidir los socialistas. Esa decisión se tomó, también, en un Comité Federal. Uno tan legitimado para tomar decisiones políticas como legitimado estaba el 8 de Julio. Una vez que los grupos parlamentarios habían expresado con claridad sus objetivos y exigencias, que habían estudiado, insinuado o propuesto las posibles políticas y pactos, su viabilidad, la necesaria correlación de fuerzas para su estabilidad... el Comité Federal del PSOE estuvo en condiciones de volver a preguntarse qué había que hacer. De responder con la sensatez y responsabilidad que se espera de los representantes políticos, y más de los socialistas. La triste y cruda realidad es que cuando hubo que decidir, el PSOE se encontraba acorralado entre la dolorosa abstención o ir a terceras elecciones.

Solo en el mundo paralelo y negacionista del sanchismo existió alguna posibilidad de que Pedro Sánchez Pérez-Castejón u otro candidato o candidata socialista hubiesen salido airosos de una nueva Sesión de Investidura. E ir a terceras elecciones, estancando los socialistas nuevamente un contexto político que ya lo llevaba más de doce meses, solo podía derivar en una más que previsible mayoría absoluta de la derecha del Partido Popular, con o incluso sin Ciudadanos. En el más optimista de los casos, las terceras podían haber vuelto, en peligroso bucle, al mismo escenario parlamentario surgido del #20D y del #26J, pero habiendo puesto en juego -con resultado incierto- el liderazgo del PSOE en la Oposición, en beneficio de Unidos Podemos. Ante ese panorama político, no secundar la abstención fue una decisión irresponsable por parte de los diputados y diputadas díscolos. No pasaba de ser una epopeya romántica a mayor gloria de la leyenda política de Pedro Sánchez, pero con un previsible precio a pagar demasiado alto para el PSOE y para todos los españoles. Aún así, esa epopeya es hoy el hilo conductor de la épica y belicosa campaña de Sánchez y los suyos.

El debate de este domingo en El Objetivo ha mostrado las diferentes posiciones y estrategias de los candidatos y la candidata a la hora de abordar el 39 Congreso socialista. Patxi López va tener difícil salir de la campaña-trampa de Pedro Sánchez si sigue confiando su suerte en portavoces como Óscar López. Y Susana Díaz va a tener que poner todos sus esfuerzos para que las primarias del PSOE no queden secuestradas en un debate tan pobre y cainita. Se trata del PSOE, pero fuera están mirando.