Ha sido el
fin de semana de Óscar Puente. En su estrategia, el Alcalde de Valladolid se está perfilando como el rafaelhernando de la campaña de Pedro Sánchez. El
viernes volvió a calificar a la Gestora del PSOE (en Los desayunos de la 1) como un órgano
diseñado "con bastante poco disimulo" para “facilitar la llegada de
Mario Rajoy a la Moncloa y luego de Susana Díaz a Ferraz”. Establecido una vez
más el carácter beligerante que esa premisa exige del 39 Congreso del PSOE en
el imaginario del sanchismo, Puente lanzó la advertencia, rayana en la amenaza,
de que habrá una importante
“fuga” de militantes socialistas si Susana Díaz, -como parece- logra ser la
candidata más votada en las primarias del 21 de mayo. El representante de
Sánchez amagó con “llevarse el scattergories”
si no se restablecía al dos veces fracasado ex líder socialista en la
secretaría general.
Sin embargo, el mismo Puente que ayer alimentaba el fantasma de la
escisión en la televisión pública, se ha sentido ofendido este sábado porque el
Presidente de Castilla – La Mancha ha manifestado que es posible y razonable
que no optará la
reelección si el vencedor de las primarias fuere Pedro Sánchez. No es un
secreto que Emiliano García – Page y otros destacados barones son abiertos impulsores del paso adelante dado por Susana
Díaz, y que un triunfo de Pedro Sánchez sería para todos ellos un fracaso
personal. Solo que en las filas de Sánchez, empezando por su líder, desconocen el
significado de ese concepto.
Órdago de Page: si gana Sanchez no será candidato en Castilla-La Mancha. Una razón más para votar a @sanchezcastejon https://t.co/H8Y7ooabWT— Oscar Puente (@oscar_puente_) 1 de abril de 2017
Solo eso explica que, en una respuesta sin precedentes, el beligerante Óscar
Puente, respondiera a Page con un desafortunado e iracundo tweet (es donde mejor se
mueve, en la frase corta, la descalificación y el grito de guerra) en el que aseguró que
"si gana Sánchez [Page] no será candidato en Castilla – La Mancha." Y
que ello es "una razón más" para votar por el dos veces fracasado
candidato socialista a la presidencia del Gobierno. Es inaudito un ataque
semejante y tan lleno de deslealtad a un compañero -más si este preside un
gobierno autónomo- y a tu propio partido, sobre el que Puente lanza dardos envenenados
en exclusivo y peligroso beneficio de su patrocinado.
Lo dejó claro en el primer debate entre candidaturas en El Objetivo de Ana Pastor. La campaña de Pedro
Sánchez será a tierra quemada.
El sanchismo permanece secuestrado en la defenestración
de Ferraz, y solo podrá salir de su encierro mediante un violento y
fratricida ajuste de cuentas.
Es la gesta a la que los acólitos de Pedro Sánchez parecen haber consagrado el
39 Congreso. Aún a costa de la propia integridad del PSOE como primera fuerza
política de la izquierda. Porque solo habrá unidad, escuchándoles, si la
militancia dicta sentencia e impone condenas por el desacato del 1 de octubre.