lunes, 31 de julio de 2017

24 horas de solemnidad

Editorial publicado en El Obrero
"El PSOE define sus estrategias como líder de la oposición". Fue la respuesta a la única pregunta que admitió Pedro Sánchez en su solemne comparecencia ante las cámaras para exigir la inmediata dimisión de Mariano Rajoy.
Sánchez apostó a lo grande. Quiso marcar el ritmo y administrar los plazos, pero se topó con la indiferencia de los grupos parlamentarios. Sobre todo, con la del astuto Pablo Iglesias, hábilmente embarcado en una contienda por el liderazgo de la Oposición. El líder de Podemos minimizó en cuestión de horas el órdago del secretario general de los socialistas, y limitó las exigencias de sus 71 escaños a una comparecencia urgente de Rajoy en la Carrera de San Jerónimo. Iglesias sabe que sin sus escaños la petición de Sánchez apenas superaría el umbral de un discreto titular de portada y unos modestos visionados en YouTube. Así parecieron haberlo visto, tarde, los dirigentes del PSOE, que en solo 24 horas hicieron desaparecer toda solemnidad en la exigencia de dimisión. Sánchez moderó la beligerancia del día anterior, y al final aceptó sumarse a la propuesta de Podemos. Cogidos de la mano, la formación morada y el grupo parlamentario socialista registraron una única iniciativa. La comparecencia de Rajoy en un Pleno Extraordinario de la Cámara Baja propuesta por Pablo Iglesias. El texto registrado no contiene mención alguna a la dimisión de Rajoy.
El secretario general del PSOE, que no podrá medirse en la Tribuna del Congreso con el Presidente del Gobierno antes de las próximas elecciones generales, cedió a la exigencia del jefe de Podemos, que logró aparecer como quien realmente “define las estrategias”. Pablo Iglesias se procuró así otro minuto de oro -el anterior fue la moción de censura en la que el PSOE se abstuvo- en la batalla contra el Presidente del Gobierno y los charranes del PP.

Sánchez y su equipo deben reflexionar sobre los impulsivos y confusos mensajes que Ferraz está lanzando a la ciudadanía desde el pasado 21 de mayo. Las permanentes contradicciones en algunas cuestiones que los votantes observan con sumo interés, (desafío soberanista, corrupción, grandes reformas, tratados internacionales…), hacen dudar de si es realmente el PSOE quien lidera la oposición al Partido Popular.