jueves, 5 de octubre de 2017

El sueldo de Teresa Rodríguez y la demagogia podemita

Variaciones sobre un artículo publicado el 5 de enero de 2016.

Teresa Rodríguez y Pablo Iglesias
Cuando Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, dice que sus cargos electos renuncian a parte de sus sueldos está mintiendo. Incurre en la demagógica estrategia de hacer creer al ciudadano que su -falsa- renuncia supone un ahorro o una merma del gasto público. No es lo mismo renunciar que gastar, aunque sea en "buenas obras", que, es, en el mejor de los casos, lo que realmente hacen los cargos electos podemitas

Sus señorías del arco morado en Las Cortes, parlamentos autonómicos y ayuntamientos, reciben exactamente el mismo dinero público que el resto de parlamentarios y concejales. En el caso de Teresa Rodríguez, más incluso que la propia presidenta de la Junta de Andalucía. Que voluntariamente hayan decidido destinar parte de ese dinero, por elevada que sea, a obras sociales, como el Proyecto Impulsa (promovido y gestionado por Podemos), a sostener los gastos de su partido, a financiar la producción de La Tuerka... a lo que buenamente quieran, no supone ninguna renuncia. Renunciar sería no coger ese dinero. Lo otro es solo gastar, voluntariamente, el dinero propio en lo que cada uno decide. Cada uno hace con su dinero lo que quiere.

Argumentan los de Podemos que en algunos ayuntamientos y parlamentos se han rechazado sus propuestas para bajar el sueldo de los cargos electos. En el caso del Parlamento de Andalucía, con una alta carga de hipocresía, pues las retribuciones de los diputados y diputadas contaron el voto afirmativo de la formación morada. Siempre tendrán la oportunidad de reingresar la parte de sus sueldos a la que piden renunciar. Las ventanillas de Hacienda, que somos todos, estarán encantadas de aceptar la devolución de ese dinero a la ciudadanía y, que yo sepa, ninguna ley o reglamento lo impide. Pero mientras cada uno de ellos recibe cada mes su nómina íntegra, y esta deja de estar en la caja pública y común de todos los españoles, no hay ninguna renuncia.

En aras de no confundir, intencionadamente (que sería mentir) o no, los cargos de Podemos siempre podrán presumir de “gastar”, “destinar” o “reinvertir” su propio dinero en buenas obras. Pero nunca de “renunciar”. Es una burda muestra de populismo demagógico y, además, mentira.

Por si alguien aún no lo sabe, también los diputados y concejales de otros partidos, del PSOE e IU, especialmente, destinan desde siempre gran parte de sus sueldos al sostenimiento de sus partidos, fundaciones y otras asociaciones, estando esto regulado en sus normativas internas. Pero jamás les he escuchado la impostura de afirmar que “renuncian” a sus salarios y retribuciones.


En enero de 2016, por poner un ejemplo, y no es el único,  los concejales del PSOE en el Ayuntamiento de Oviedo renunciaron a recibir 132.000 euros de la asignación que les correspondía como grupo municipal para el mandato 2015-2019. De hecho, devolvieron a la hacienda municipal 68.000 euros que ya les habían sido transferidos. ¿Están los diputados y concejales de Podemos dispuestos a renunciar al dinero que reciben sus grupos? 

Mientras lo deciden, que no mientan ni se signifiquen como ejemplo de lo que no son.