Nico Ferrando, el agente de Seguros que denunció acoso homofóbico en una
agencia de SantaLucía Seguros, herido leve tras sufrir una agresión de carácter
homofóbico en su domicilio de Madrid.
José Nicolás Ferrando, el joven agente de seguros que
denunció haber sido despedido de forma improcedente de una agencia de la
compañía SantaLucía Seguros tras haber sufrido una serie de episodios de carácter
homofóbico, resultó herido leve este lunes tras ser agredido con un objeto
punzante en su domicilio en el Barrio de Las Letras de Madrid. Según la denuncia presentada, un desconocido le produjo una herida en la cabeza tras gritarle “Maricón de mierda, no vas a cobrar ni un duro”, y le robó únicamente el teléfono móvil, dejando la cartera y el dinero que llevaba también encima.
En la denuncia presentada ante la Policía, Ferrando relata que los
hechos tuvieron lugar poco después de la medianoche del pasado domingo, cuando
al acceder al portal de su domicilio en el Barrio de Las Letras de Madrid, un
desconocido que se encontraba ya dentro, le abordó por detrás y le golpeó con
un objeto punzante causándole una herida en la cabeza de consideración leve que
tuvo que ser atendida por los servicios de urgencias de la Comunidad de Madrid
a instancias de los agentes que Policía que se personaron en el lugar.
El agresor, que solo se llevó el teléfono móvil de la
víctima, huyó al hacer acto de presencia Carlos, pareja del joven agente de
seguros, alertado por los gritos de este, ya que en ese momento, y afortunadamente,
se encontraba en el domicilio que ambos comparten en la planta baja del
edificio en el que tuvo lugar la agresión.
El caso de Nico Ferrando por el despido y el presunto
acoso homofóbico se encuentra pendiente de juicio, que tendrá lugar en febrero
de 2017, tras haber
sido suspendido dos veces como consecuencia de la estrategia de defensa llevada
a cabo por la representación legal de la agencia de SantaLucía Seguros.
Cabe recordar que Nico Ferrando publicó recientemente el libro Homofobia Seguros, un mundo sin protección, en cuya presentación estuvo acompañado por el
presidente de Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra, Rubén Lodi,
responsable del Observatorio Madrileño contra la violencia LGTBfóbica, y por el dirigente
socialista Antonio Miguel Carmona. En el libro, prologado por Boti García Rodrigo,
ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y
Bisexuales (FELGTB), Ferrando relata cómo fue acosado laboralmente por su
condición homosexual, y despedido después de haber denunciado una serie de presuntas
irregularidades y fraudes a los clientes de la compañía de seguros.
Tras presentar una demanda reclamando la improcedencia del despido y el
acoso que el joven agente asegura haber sufrido en el seno de la compañía, SantaLucía
Seguros respondió interponiendo una querella criminal contra Ferrando, en la
que se acusaba a este de ser el verdadero autor de las irregularidades que
había denunciado tanto a la dirección de la aseguradora como a la Dirección General
de Seguros. Como consecuencia de esta querella, el juez que instruye la causa
laboral del despido, decidió dejar en suspenso el juicio hasta que se
resolviera la parte penal, en tanto que si Nico Ferrando resultaba hallado
culpable, el despido sería procedente, y sus denuncias del agente habrían
formado parte de una "estrategia defensiva". Si por el contrario, la investigación
penal no hallaba motivos para culpar a Ferrando, la improcedencia del despido
quedaría acreditada.
Lo cierto es que tras la instrucción, el juez de lo penal decidió sobreseer la querella
y rechazar las acusaciones de SantaLucía contra el joven agente, al no
encontrar siquiera indicios de su participación en unas irregularidades que,
como se ha precisado anteriormente, fue el propio Ferrando quien puso en conocimiento
de las autoridades pertinentes. Si, como parece plausible tras tal sobreseimiento,
el despido de Nico Ferrando es declarado improcedente, y dado el tiempo transcurrido
desde que tuvo lugar, la indemnización y los salarios de tramitación podrán
sumar una cantidad superior a los cien mil euros.
Aparte tendría que valorarse el presunto acoso laboral de carácter homofóbico
denunciado por Ferrando y recogido con detalle en su libro Homofobia Seguros, un mundo sin protección. En el mismo, el autor
asegura que fue víctima de constantes burlas e insultos por parte de su
superior en la agencia de SantaLucía Seguros, el cual, según su relato, llegó a definirle como la “vedette
de la compañía”, calificar su vestimenta de “poco viril” y gritarle en
presencia de testigos “maricón de mierda”.
Las mismas palabras que utilizó el agresor que el pasado domingo esperó en
el interior de su portal a Nico Ferrando, al que golpeó e hirió en la cabeza. “Maricón
de mierda, no vas a cobrar ni un duro”, fue lo que le dijo antes de huir con el
teléfono móvil de la víctima, único botín tras el asalto, ya que no se llevó ni
la cartera ni el dinero que también llevaba encima.
Según consta en la denuncia presentada ante la Policía Nacional, Ferrando
no tuvo ocasión de identificar a su atacante antes de que este huyera, pues el
portal se encontraba a oscuras en el momento de la agresión. Preguntado por Ciudadano Pan, el joven agente de seguros
manifiesta no tener ni idea de quién pudo ser el agresor o si este actuaba por
iniciativa propia o al dictado de terceras personas. El propio Ferrando
recuerda que en el entorno de su domicilio, muy cercano al barrio de Chueca, se
han producido decenas de agresiones de carácter homofóbico en los últimos
meses, y que desde que se hizo público su caso y se presentó su libro, ha
aparecido en diferentes medios de comunicación apoyado por el colectivo LGTBI,
por lo que no descarta, entre otras posibilidades, que la agresión haya podido ser efectuada
por algún “desequilibrado homófobo y violento” que decidiera haber tomado
cartas en el asunto para atemorizarle y callar sus denuncias y
reivindicaciones.
De lo que Nico Ferrando no tiene
ninguna duda, es que el agresor estaba esperándole y sabía a quién iba a atacar,
pues no se entendería entonces la frase “maricón de mierda, no vas a cobrar un
duro” que este le dirigió al tiempo que le producía la herida en la cabeza por
la que tuvo que ser atendido.